20/6/08
Rufufú
I Soliti Ignoti, Mario Monicelli, 1958, Italia, Marcelo Mastroianni, Vittorio Gassman, Totó.
Obra maestra del cine italiano y claro exponente de la comedia a la italiana en la que interviene un reparto de lujo Rufufu es una sátira mordaz de Rififi, la obra del gran Jules Dassin, pero que consigue desplegar identidad plena y propia.
Un ladronzuelo, Cossimo, es detenido cuando intenta robar un coche y busca la ayuda de sus amigos Mario, Ferribote, Tiberio y Capanelle para que carguen con el robo en su lugar puesto que él tiene en mente un gran golpe. Al final, el grupo encuentra a Peppe, un boxeador al que no le van muy bien las cosas, para que se declare culpable y cumpla prisión en lugar de Cossimo. Peppe acaba encarcelado por méritos propios. Una vez en la cárcel, Cossimo le confiesa a Peppe su plan y éste lo traiciona y al salir en libertad reúne a la banda de Cossimo para llevar a término el atraco.
El objetivo del robo es desvalijar la caja fuerte de la casa de empeños Monte di Pieta y para ello la banda traza un plan científico milimétricamente calculado que se nos explica con el recurso de una voz fuera de campo, la cual según avanza la cámara por los lugares por los que deben pasar los ladrones la noche del atraco desmenuza los pasos a seguir por aquellos. Para acometer el golpe buscan ayuda en Totó, ladrón con experiencia y, además, Peppe tendrá que conquistar a la criada de la vivienda colindante al piso que ocupan las oficinas de la casa de empeños. Cada una de de estas situaciones provoca un gag antológico: el de la colada que simula la banda en la terraza de Totó para despistar a la policía y el del "cenicerazo" que recibe Peppe durante el baile en el que flirtea con la criada, respectivamente.
Por supuesto el atraco es un completo desastre en su ejecución pero su comicidad es abrumadora. Desde que el grupo se reúne en la esquina de la calle en la que se encuentra la casa objeto del robo el espectador está ansioso por ver en qué situación se verán envueltos los personajes que ya han quedado definidos por Monicelli como auténticos perdedores y la expectación no queda defraudada, desde que entran por la ventana de la carbonera hasta el final el atraco no tiene desperdicio cómico alguno.
Notable éxito de público y crítica, dos años después el reparto, a excepción de Totó y Mastroianni, se volvió a reunir para realizar una secuela que no dirigió Monicelli. Y aún tuvo otra secuela en 1987, también italiana. Por otra parte, Louis Malle realizó un "remake" en 1984, Crackers.
Rufufu es una comedia imprescindible que demostró la vena cómica de Gassman, lanzó la carrera de Mastrioanni y nos presentó, en un breve papel, a la Cardinale (su segundo film). Está rodada con reminiscencias del neorrealismo italiano para describir la vida en los suburbios mediante la utilización de escenarios naturales de la ciudad de Roma. Una gran partitura de Piero Umiliani acompaña la historia a la perfección.
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