5/5/09

Undercover Brother



Undercover BrotherMalcolm D.Lee, 2002, EEUU, Eddie GriffinChris KattanDenise Richards.

Curioso producto homenaje/parodia a los films "blaxploitation" de los 70, una suerte de Austin Powers negro de humor posiblemente demasiado local y racial para posibilitar su carrera comercial. Basado en la serie animada de Internet cuyo autor John Ridley escribe el guión con la colaboración de Michael Mc Cullers (guionista del citado personaje Austin Powers, hecho que es palpable) pero con bastante menos mala uva y con una dirección plena de toques manieristas con la cámara y el montaje, El Hermano Encubierto (esta sería más o menos la traducción del titulo original) supone un atrevimiento al plantear una crítica al racismo en clave de humor, reprobación que aunque no se profundice y juegue con clichés guarda cierto equilibrio con el conjunto del producto.

Dentro del contexto del género de espías (en especial James Bond) cuyo universo se parodia pero sin llegar a la mordacidad suficiente, con un ritmo veloz y una sensación de dibujos animados, este Austin Powers negro y/o Robin Hood moderno de color apunta pero no dispara, con unas ideas potencialmente muy interesantes (tema racial, sin ir más allá) que, lejos de profundizarse, quedan resueltas de manera fácil quizás por la poca entidad de los personajes que son meros estereotipos, por el subdesarrollo del argumento y por la vulgaridad de muchos de sus gags (e incluso la etnicidad de algunos).

Curiosamente los gags no acaban de funcionar (el ejemplo más meridiano lo constituye el de la pelea en la ducha que acaba sobredimensionado) pero el conjunto de la cinta deja la sensación de haber pasado un rato entretenido (a ello ayuda que la duración sea más bien corta), de haber visto una parodia bastante más inteligente de lo esperado además de dar una idea de las relaciones internas raciales en USA y de la evolución de la comunidad afroamericana a lo largo de los años.

Esta crítica a cualquier racismo vestida de comedia (ya digo que a veces cae en un humor racial al que no se puede acceder) está envuelta en estética setentera y cuenta con un cameo de James Brown ni más ni menos, destacando asimismo una brillante parodia de Colin Powell.

Es una buena idea si se es fan de década de los setenta, de la música negroide o de Austin Powers y, en fin, la película cuenta con una potente banda sonora.