28/6/10

Las Aventuras de Jeremiah Johnson



Jeremiah JohnsonSydney Pollack, 1972, EEUU, Robert RedfordWill GeerStephan Gierasch.

El fructífero tándem Pollack-Redford consiguió un notable éxito en taquilla aderezado con buenas críticas con este atípico western ecologista en el que subyace una oda a la libertad individual y que destaca por su incomparable marco ya que los paisajes de Las Montañas Rocosas donde se empeñó en rodar el dúo son un entorno majestuoso.

Inspirándose en un personaje real, en la novela de Vardis Fisher (Mountain Man) y en la historia de Thorp y BunkerCrow KillerSydney Pollack firma una película circular en la que un hombre deberá luchar por su supervivencia en un medio cuyas leyes inexorables marcan el devenir de la vida de todos y cada uno de sus elementos: la Naturaleza. Es ésta la auténtica protagonista del film y la fuerza dominadora a la que todos deben respetar. La búsqueda de identidad personal que emprende el personaje cuando huye de la civilización que le llevará a su libertad debe ser encontrada en consonancia con la Naturaleza. Las peripecias, avatares, sucesos, acontecimientos, aventuras, etcétera, que el Hombre vive no cuentan en el conjunto del Universo en el que ni tan siquiera el tiempo humano convencionalmente acordado vale, dando muestras sino de la insignificancia del ser humano sí de la necesidad de respetar las leyes naturales y vivir en armonía con la Naturaleza.

Con algunos momentos de enorme belleza y de pleno sentimiento transcurren las dos primeras partes del film: la primera, narrada en tono semi-documental y centrada en el aprendizaje por la supervivencia y, la segunda, que pone el foco en las relaciones personales de la familia con la que se encuentra Johnson. Pero en la última parte la película decae al centrarse en una historia de venganza expuesta en el enfrentamiento con los indios Crow que parece cambiar el discurso y mostrar que la violencia es inherente al ser humano.

No obstante, Las Aventuras de Jeremiah Johnson es una película muy interesante ya no sólo por el paisaje natural en la que transcurre sino también por los apuntes sobre la colonización y el imperialismo que subyacen en ella además de por su carga ecológica; no hay que olvidar el contexto socio-político de Contracultura que se estaba viviendo por la época del rodaje de la cinta. La historia deja un final abierto (propuesto por Redford) y parece no terminar por la circularidad antes apuntada: Jeremiah primero se encuentra con el jefe Crow cuando está intentando pescar, posteriormente con el viejo trampero que ejerce de mentor, sigue su encuentro con una familia de colonos masacrada, encuentra a otro trampero y después se sigue el camino inverso tras el clímax lógico que supone la desviación de las "normas naturales o de la Montaña" al profanar el cementerio indio.

Propuesta digna de ver a pesar de algún manierismo técnico propio también de la época y de su irregular último tramo pero cuyo mensaje de respeto hacia otras culturas (en contraste con el dogmatismo del Reverendo que acompaña al ejército está la actitud de Jeremiah) y a la Naturaleza misma (además de su excelente belleza paisajística como buen western que se precie) merece ser tomado en consideración.

20/6/10

La Ley del Silencio



On The Waterfront,Elia Kazan,1954,EEUU,Marlon Brando,Lee J.Cobb,Eva Marie Saint.

Indudablemente es difícil substraerse a la polémica que supuso la declaración ante el Comité de Actividades Antiamericanas que efectuó Elia Kazan,su delación sin contemplaciones de la que nunca se arrepintió conllevó un daño irreparable para muchos y constituye uno de los episodios más ominosos dentro de la tristemente célebre Caza de Brujas instigada por Mc Carthy y de la historia del Cine.La controversia acompaña a esta obra puesto que puede ser entendida cómo la justificación a la conducta del director,comportamiento repudiado por parte de los integrantes de la comunidad cinematográfica,demostrándolo aún años más tarde en la ceremonia de los Oscar de 1999 en la que se le concedió un galardón honorífico a Kazan y la mitad de la platea se quedó en silencio en claro signo de desaprobación.

Independientemente de las connotaciones La Ley del Silencio es una película altamente recomendable por la conjunción de varios factores cinematográficos conjugados con maestría por el director:magníficas interpretaciones de actores inmersos en El Método del Actor´s Studio(semillero de intérpretes en cuya creación y desarrollo el propio Kazan tuvo algo que ver),excepcional fotografía de Boris Kaufman,rodaje en el puerto de Hoboken otorgando las localizaciones un tono semidocumental al film,exuberante-en ocasiones,demasiado- partitura musical de Leonard Bernstein(la única que compuso para una película no musical)y la exposición de temas universales y siempre candentes(redención,venganza,amor y traición,éste último aspecto recurrente en la filmografía de Kazan).

Enorme éxito de taquilla(recaudó 10 veces su presupuesto)la producción de Sam Spiegel arrasó en la ceremonia de los Oscar y cosechó muy buenas críticas y nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una de las grandes interpretaciones de uno de los mitos del Séptimo Arte:Marlon Brando;en un papel que le viene cómo anillo al dedo hasta el punto de conseguir una simbiosis entre él y su personaje,el estibador Terry Malloy,tipo atrapado por su propia vida,el actor despliega un sentimiento de pena y desesperanza en cada uno de sus gestos y en el tono de su voz que eclipsan al resto del más que correcto reparto...soberbia actuación recompensada con su entrada definitiva en el Olimpo del Cine.

Mítica obra de Hollywood basada en la serie de artículos de Malcolm Johnson publicados en un rotativo neoyorkino entre 1947 y 1948 sobre la corrupción reinante en los muelles de New York y que le valieron a su autor la obtención de un Premio Pulitzer,escrita por el guionista Budd Schulberg(también testificó ante el Comité y dio nombres)pero cuya cabeza pensante y "alma máter" fue Elia Kazan,La Ley del Silencio tan sólo se resiente por la mayor presencia de la historia de amor en determinados momentos(imposición comercial)en detrimento de la exposición de la situación del muelle;contexto social de una -ímplicita- violencia psíquica extrema que explota física en un final que no acaba de responder a la expectativa generada aún consiguiendo una elevada tensión...dos aspectos que si somos capaces de separar la valía cinematográfica del film del campo político presentado más arriba(hecho que para muchos es complicado e incluso imposible)no desmerecen la consideración de importante película...valor artístico justificado en las interpretaciones o la excelente fotografía de este drama que trata temas importantes con tintes de cine negro y dosis de realismo social.

12/6/10

La Novia de Frankenstein



Bride of FrankensteinJames Whale, 1935, EEUU, Boris KarloffColin CliveErnest Thesiger.

Rodada cuatro años después de Frankenstein con el mismo equipo (con la excepción de Mae Clark, sustituida por Valerie Hobson), La Novia de Frankenstein es uno de los raros casos en los que la segunda parte supera al original, según opinión mayoritaria. Ejercicio personal de James Whale cuyas reticencias a hacerse cargo del proyecto quedaron salvadas al conseguir total control sobre el proceso creativo ya que Carl Laemmle Jr, el capo de la Universal, estaba de vacaciones y confiaba plenamente en el director, más aún, estaba empeñado en que este film lo dirigiera el británico e incluso le autorizó a filmar cualquier otra película que quisiera bajo la protección de la productora como contraprestación a dirigir ésta.

Iniciada con un original prólogo a modo de resumen de los sucesos acaecidos en la primera entrega y que permite avanzar a la historia desde el punto en el que había finalizado la misma, la continuación del relato nos muestra a un monstruo que habla (recuperando el detalle original de la novela de Mary W. Shelley pese a la opinión negativa al respecto del mismo Boris Karloff) en busca de una compañera/amiga que es incapaz de encontrar en la sociedad. De nuevo el rechazo como respuesta al miedo que genera lo diferente es la moneda con la que el pueblo le paga a la criatura, nuevamente el debate sobre la influencia de la sociedad en el origen del comportamiento del monstruo, otra vez el conflicto individuo-sociedad y el conflicto moral: vemos el mundo a través de los ojos de Frankenstein, representación del lado oscuro del ser humano. También en esta entrega asistimos a un momento de especial ternura en la relación que entabla Frankenstein con el eremita, a su vez una descripción bellísima de la soledad. Pero sin duda lo que hace característico al filme es la exageración artificial de detalles para crear un efecto perturbador, grotesco a veces; desde la fotografía de John Mescall (luces/sombras), los decorados de Charles D. Hall, el laboratorio de Kenneth Strickfaden, hasta los extraordinarios efectos especiales de John P.Fulton y David S. Horsely (inolvidable la escena con los homúnculos), sin olvidar el maquillaje de Jack Pierce...todo ello estructurado dentro de la planificación de Whale con sus encuadres imposibles y sus primeros planos barrocos, todo es una conjunción que otorga al filme un valor artístico innegable y lo convierte en una obra gótico-expresionista de extraña y poética sensibilidad.

Ni siquiera la reducción de metraje que lastra la continuidad y el conjunto de la historia puede hacernos dudar de la calidad del producto: ejercicio estético trufado con elementos de humor (un tanto desfasados en ocasiones en el personaje encarnado por Una O'Connor) que llega a ser puro humor negro -Pretorius cena con un ataúd como mesa en determinado momento- y que invita a la reflexión si consideramos la ingente literatura que ha provocado y las interpretaciones que en ella se han expuesto: la intolerancia expresada en la película ha sido considerada por algunos cómo crítica a la homofobia, también hay quien sostiene que la creación que persigue Pretorius de una raza es una crítica al nazismo, sin olvidar las referencias al cristianismo que sí parecen evidentes (el pan y el vino que comparten Frankenstein y el ermitaño, la "crucifixión" del monstruo, la melodía que tranquiliza a la fiera)...en fin, no sabemos si Whale llegó a plantearse estos temas hasta el punto de querer llevarlos a la gran pantalla así que cada espectador debe disfrutar cómo le plazca del film.

Lo expuesto anteriormente no es óbice para constatar que el impacto visual de la obra es supremo e innegable y cómo botón de muestra de ello podemos recordar la presentación del personaje de Pretorius: la conjunción del empleo de primeros planos físicos que recuerdan a Dreyer y su Pasión de Juana de Arco, de la iluminación, de los encuadres tan personales y de los efectos de sonido, en definitiva, de la utilización de las herramientas del medio para demostrar la presencia siniestra y amenazante que supone el científico encarnado por un genial Ernest Thesiger (introducción de personaje en la que se basaron Goscinny y Uderzo para El Adivino, una de las aventuras protagonizadas por Astérix). O la irrupción del personaje de la novia (Elsa Lanchester), uno de los personajes más magnéticos e inquietantes de la historia del cine con sus movimientos de pájaro-robot, su electrificado cabello y su vestimenta nupcial momificada, una irrupción convertida en escena imborrable de la memoria, una especie de carnavalada grotesca de alto contenido emocional cuando observamos la conducta que desprende hacia Frankenstein y los sentimientos tan humanos de éste. Pero sin duda se pueden escoger otros ejemplos de los múltiples que están presentes en la cinta.

La censura que padeció esta obra, incluso a nivel internacional, no impidió su éxito de público y de crítica: la consideración que muchos tienen de ella como la mejor película del género y las constantes revisitaciones al personaje constatan que estamos ante una película importante pese a la mencionada reducción de minutaje y el cambio de final. Sin duda la atmósfera creada por Whale es visualmente difícil de conseguir, toda una cima artística que se constata como puro deleite para los sentidos del aficionado al cine.