23/11/10

La Vida de Émile Zola



The life of Emile ZolaWilliam Dieterle, 1937, EEUU, Paul MuniJoseph SchildkrautGale Sondergaard.

Para muchos se trata de la mejor biopic jamás realizada, un género cultivado desde los albores del cine hasta la actualidad, que gozó de su mayor auge en la década de los 30 y al que William Dieterle dedicó unas cuantas películas; de hecho, esta obra se encuentra en lo que podríamos denominar una trilogía sobre personajes célebres llevada a cabo por el realizador de origen europeo en la segunda mitad del decenio citado (La Tragedia de Louis Pasteur, 1935, y Juárez, 1939, completarían el tríptico).

Enorme éxito de crítica y público, la película se acerca a la figura del renombrado intelectual y escritor naturalista francés focalizando la acción en el papel que éste desempeñó en el Caso Dreyfus. Antes, el filme discurre en su primera parte entre los habituales cauces del género de manera veloz presentando los inicios del escritor y su ascensión a la fama pero es precisamente con la irrupción en el relato del acontecimiento que sacudió a la sociedad francesa de finales del XIX y principios del siglo pasado cuando la película cobra verdadero dinamismo: en la parte dedicada al juicio seguido contra Zola el filme exhibe sus momentos álgidos generando la tensión dramática que le falta en su inicio e incluso en su conclusión. No obstante estos altibajos la película resulta amena y sirve para conocer un hecho histórico de gran magnitud que golpeó los cimientos de la III República Francesa aunque sea presentado con evidentes licencias dramáticas, al igual que algunos detalles biográficos de la figura central del filme. Personaje central que encarna uno de los actores más célebres y reconocidos de los años 30, Paul Muni, sirva esta obra como reconocimiento y como aproximación a su exitosa y relativamente corta carrera -rodó cerca de la treintena de películas-. Probablemente la actuación de Muni nos pueda parecer "teatral" pero no hay que olvidar la época en que se filmó la película (aquél era el estilo imperante en aquellos años) y podemos constatar el amplio registro del actor que le permite transmitir diferentes aspectos del personaje (arrogancia, narcisismo, etcétera) destacando de manera notable su inmersión en el personaje, ejecutada con una preparación casi enfermiza, meticulosa y perfeccionista hasta el extremo en la que podría ser una forma de afrontar su profesión anticipadora o pionera del famoso Método que siguieron BrandoClift y cía años más tarde. Además, con la ayuda de Perc Westmore supo crear un magnífico maquillaje para caracterizar al escritor. Reseñable también es la interpretación galardonada con el Oscar a Mejor Actor de Reparto de Joseph Schildkraut como el Capitán Dreyfus, el militar judío acusado de espionaje y recluido en la Isla del Diablo, suya es una escena extraordinaria en el momento de su liberación.



Más allá de la ficcionalización de la vida de Zola y/o del hecho histórico que funciona como eje central del relato La Vida de Émile Zola es una producción técnicamente correcta en la que destacan algunas escenas de montaje y otras emotivas (la citada de la excarcelación de Dreyfus, la de la pública humillación de éste o cuando Zola pide prestado a su editor) y se constituye en film entretenido que toca de soslayo (quizás esquive) el tema del antisemitismo y que nos aproxima a sentir curiosidad por uno de los intelectuales más importantes de la segunda mitad del siglo XIX así como también por el acontecimiento que supuso el Asunto Dreyfus, claro exponente de la corruptela del poder.

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