La Grande Illusion, Jean Renoir, 1937, Francia, Jean Gabin, Pierre Fresnay, Erich Von Stroheim.
Considerada como obra capital de la historia del Séptimo Arte La Gran Ilusión es una película difícil de visionar y compleja pues a lo largo de los años que han seguido a su realización ha estado sujeta a diversas interpretaciones y ello a pesar de su aparente sencillez. Jean Renoir co-escribe el guión junto con Charles Spaak y dirige esta obra de título enigmático -marcada por su acostumbrado tono naturalista que tanto influyó en el cine de la Nueva Ola francesa y el Neorrealismo italiano- con su habitual pericia técnica que aúna interesantes movimientos y emplazamientos de la cámara con el uso hábil del montaje y la composición, sirvan como ejemplos de lo uno y lo otro las escenas en las que se muestran paisajes -exteriores- y señales indicadoras de los diferentes campos de prisioneros por los que van pasando los protagonistas de tal modo que se expresa el transcurso del tiempo, o el aspecto físico que desprenden muchos planos del filme con la cámara dentro del espacio que ocupan los personajes mostrando sus actividades cotidianas. Filme de personajes más que de acción (es notable que en el relato insertado en un contexto bélico no aparecen prácticamente disparos) en el que se plantea una estratificación social horizontal por la que las personas encuentran mayor concordancia que la que podrían obtener a través de la nacionalidad respectiva, siendo a este respecto muy importante la utilización del idioma entre y por los diferentes protagonistas (por ello se hace necesario su visionado en versión original), dotando Renoir a la lengua en la que se expresan de una funcionalidad narrativa.
Cineasta poco acostumbrado al éxito en el momento del estreno de sus películas, Renoir cosechó uno rotundo e internacional en esta ocasión obteniendo varios prestigiosos galardones (fue la primera cinta en lengua no inglesa en ser nominada al Oscar a Mejor Película) y la historia de supervivencia del negativo del film podría dar para rodar otra película ya que el régimen Nazi se empeñó en destruirla pasando por un sinfín de tribulaciones hasta su reaparición hacia finales de los 50. Su mensaje contrario a la guerra como solución a las diferencias y/o la incorporación de un personaje judío generoso fueron determinantes para la persecución susodicha. Aunque también la obra fue censurada en Italia y Bélgica y tuvo fuertes críticas en una parte de la sociedad francesa...todo ello constata que la película tiene un trasfondo importante.
La Gran Ilusión desprende una cosmovisión optimista en el género humano al extraer de los personajes las mejores actitudes ante situaciones límite, demostrando las profundas convicciones humanistas del director y su creencia en un orden social más justo, superador de las diferencias.Visión sobre el mundo que se ilustra con situaciones costumbristas y poéticas: el geranio que cultiva Von Rauffenstein, la escena entre los dos aristócratas tras ser herido De Boëldieu con su consideración sobre el sentido y futuro de su clase/vida y su sentido del deber, la despedida entre el mecánico Maréchal y su capitán y el último tercio del filme con el vínculo que se crea entre la campesina alemana y los soldados franceses. En definitiva, muchas son las coyunturas en las que se muestran las relaciones Humanas que se desarrollan entre los diferentes personajes (captores, prisioneros, rusos, alemanes, franceses, de alcurnia, obreros, nuevos ricos).
Renoir apoyado en un reparto plagado de nombres ilustres del cine europeo (en el recuerdo quedan Von Stroheim y Fresnay) construye un análisis sociológico que mueve a la reflexión sobre temas tan relevantes como lo son la guerra y las clases sociales o aspectos sustanciales como las diferencias de raza-concretadas en el antisemitismo- o nacionales -nacionalismos-. Sin duda conceptos que levantan opinión y obligan a posicionamientos en la vida diaria.
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