2/12/10

Blancanieves y Los Siete Enanitos



Snow White and The Seven DwarfsDavid Hand (Supervisor), 1937, EEUU, Dibujos Animados.

Primer largometraje animado de la factoría Disney (que es casi tanto como decir de la historia) y primera película de larga duración animada sonora y en color de todos los tiempos Blancanieves es, no se puede negar, un hito histórico que aún hoy en día goza de un éxito extraordinario (así lo atestiguan los millones de copias que se compran de las diferentes re-ediciones que Disney pone a la venta con cada nuevo formato de reproducción que aparece en el mercado).

Deseo personal de Walt Disney que se empecinó en sacar adelante a pesar de las opiniones contrarias de sus allegados y del adjetivo con que Hollywood tildó al proyecto (éste era conocido como "la locura Disney"), ni los elevados costes de producción cuyo montante total superó el millón y medio de dólares (una cifra astronómica para la época) hicieron recapacitar al productor al que el estreno del film dio la razón: Blancanieves rompió récords de taquilla y hasta la irrupción de Lo Que El Viento Se Llevó fue la película que más recaudó durante su exhibición (en torno a los 8 millones de dólares en plena Depresión), aún hoy en día teniendo en cuenta la inflación es una de las producciones más rentables de la historia.

Pero no solo desde el punto de vista comercial la obra es representativa, su factura técnica y su innovación la consagran como creación muy significativa hasta el punto de que hasta el desembarco de los ordenadores en el cine en la década de los 90 poco avanzó la animación desde este filme. Los cortometrajes de animación que la Disney venía realizando desde finales de los años 20 bajo el título de Silly Symphonies se convirtieron en auténtica escuela y en lugar para experimentar y perfeccionar nuevos procedimientos como la cámara multiplano (clave para generar profundidad) o el uso del color que devinieron aspectos fundamentales para la ejecución de Blancanieves, asimismo los personajes humanos del film están modelados respecto al estudio de movimientos de personas reales para dotarlos de mayor realismo. Todo el alarde técnico se vio recompensado con la consecución de un Oscar Especial (y siete estatuillas en miniatura) y se complementa con un esmerado cuidado de la composición y de los efectos lumínicos (también se observaron minuciosamente las consecuencias de la luz sobre los objetos y la proyección de las sombras de los mismos y sobre los mismos), hecho que demuestra el intento por llevar a término una obra "seria". Sin duda que algunos planos como el de la mano soltando la manzana (recuerda al plano final de Sin Novedad En El Frente, 1930) o el de los buitres sobrevolando a la Reina-Bruja evidencian el firme propósito de elaborar un filme correcto así como también lo es la huida por el bosque (de influencias expresionistas) y el uso del fuera de campo en el intento de asesinato, todos ellos detalles que revelan el interés por conseguir el objetivo de realizar una película consistente fijándose y tomando nota del cine ya realizado. Además, Disney encontró la gallina de los huevos de oro al repetir las mismas constantes temáticas en casi todas sus producciones posteriores.



Cerca de 600 colaboradores participaron en esta obra que se cimienta en la fusión de una buena banda sonora -la primera de la historia que se comercializó junto con la película y que cuenta con alguna canción que devino en "standard" de jazz y con otras enormemente populares-, la innovación técnica y un tono de humor con algunos "gags" del más genuino "splapstick" mezclado con elementos terroríficos (castillo, bosque nocturno, transformación de la Madrastra) e incluso siniestros (el espejo mágico)...el conjunto se enaltece con un aura de fantasía que consigue a través de sus fondos no realistas. La historia transcurre de manera entretenida y los efectos de animación son vigentes en la actualidad erigiéndose la producción en un clásico intemporal para disfrute de niños y adultos.

Pero, por otra parte, no se puede olvidar la esterilización del cuento medieval, publicado por los Hermanos Grimm a principios del siglo XIX en sus recopilaciones de relatos populares, que perpetró Disney quien nos presenta una versión edulcorada en la que se elimina el conflicto edípico subyacente en el original con la supresión de personajes clave (el Rey y la Reina -madre biológica de Blancanieves-) y/o las relaciones entre ellos (aquí Blancanieves y su Madrastra no tienen prácticamente interacción) Asimismo y siguiendo al prestigioso psicólogo infantil Bruno Bettelheim, se desvanece toda la carga simbólica del sueño (consecución de un estadio superior en el desarrollo personal) y el simbolismo de los enanitos (sobretodo con su personalización -que por cierto no era la primera vez que se daba-, idónea para la comercialización pero que despoja a los simpáticos caracteres de su cualidad preadulta). No olvidemos que las causas y el propio narcisismo de la Madrastra, amenazada por el crecimiento de la hijastra a medida que envejece, apenas es esbozado. Esta exposición del cuento aniquila practicamente los aspectos psicológicos implícitos del mismo así como también son silenciados sucesos tales como la ingestión de las supuestas vísceras de Blancanieves que lleva a término la Reina Madrastra (según creencias antiguas se suponía que comer los órganos internos permitía obtener las cualidades de lo comido) o el mismo detonante del despertar del sueño (en el cuento no existe beso principesco sino que un bache durante el transporte del ataúd en el que yace hacia el castillo del Príncipe hace a Blancanieves escupir el trozo de manzana atorada en su garganta).



Más allá de los planteamientos trasnochados del filme que dejan a la mujer en el lugar de mera limpiadora y cocinera de la casa y más allá de los aspectos interpretativos antes reseñados desde el punto de vista psicológico que podrían ser salvados si la consideramos una revisión del relato propia de la época en la que se hizo, esta producción de Walt Disney es intachable desde el punto de vista técnico y creativo y resulta entretenida, convirtiéndose en una obra indispensable para cualquier cinéfilo que se precie pues fue piedra angular en el desarrollo del cine de animación.

Como curiosidad cabe recordar que no fue la primera ocasión en la que el Séptimo Arte se acercó a este cuento del medievo pues ya se rodó un filme silente y un corto animado con la "starlette" Betty Boop de protagonista.

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