22/12/10

Jezabel



JezebelWilliam Wyler, 1938, EEUU, Bette DavisHenry FondaGeorge Brent.

"Melodrama.
(Del gr. μέλος, canto con acompañamiento de música, y δρᾶμα, drama).
1. m. Obra teatral, cinematográfica o literaria en que se exageran los aspectos sentimentales y patéticos."

Claro exponente del género que explota los conflictos interpersonales (e intrapersonales) dotándolos de mayor carga dramática de modo que se consiguen crear emociones en el espectador Jezabel es ejemplo paradigmático de la entrada del diccionario de la RAE citada arriba. Por supuesto, en el relato marcado por situaciones sentimentales exacerbadas que es esta película, el protagonismo es femenino y viene encarnado por un mito de la interpretación: Bette Davis, que se catapultó hacia las estrellas del firmamento cinematográfico con este filme. Y digo por supuesto porque quizás el melodrama sea el género por excelencia donde las actrices solían llevar el peso protagonístico, no en vano, el origen del género se sitúa en la literatura folletinesca victoriana, la novela romántica y el relato breve dirigidos al público femenino.

Adaptación de una obra teatral de Owen Davis, Sr estrenada a mediados de los 30 en Broadway con poco éxito Jezabel destaca por varios aspectos y pasa por ser un buen melodrama cuyo valor añadido se lo otorga la espléndida actuación de la Davis y la técnica dirección del gran William Wyler que eleva con planos ora precisos, ora ampulosos pero siempre bellos y funcionales la calidad del filme cuyo guión pasa por algunas licencias (y eso a pesar de contar con la colaboración de John Huston entre un grupo variado de escritores).

Ambientada en un marco ideal para desplegar el diseño de producción costoso y el vestuario fastuoso de Orry-Kelly la historia que mira de reojo a Lo Que El Viento Se Llevó retrata una sociedad reprimida y dominada por rígidas convenciones sociales y sus encorsetados códigos de honor (y de género) que Julie Marsden/Bette Davis no duda en enfrentar y después utilizar a su conveniencia. Especie de testimonio de una forma de entender la vida por un colectivo y que sirve para vertebrar el sufrimiento sentimental de la protagonista principal, contraponiendo las diferencias Norte-Sur de los EEUU en el período pre-Guerra de Secesión; a pesar de contar con escenas en las que los negros no pasan de su clásico rol de "graciosos" hay dos personajes en la trama con claras actitudes no racistas y pro-abolición.



La primera parte del filme se corona con una antológica escena en la que vemos el vestido más rojo de la historia del Cine (tal es el poder de la imaginación) y es la que cuenta con mayor fuerza deviniendo después en un clásico melodrama que se sostiene por la elegante (pero quizás un tanto fría) dirección de Wyler, la adecuada partitura del clásico Max Steiner y, por encima de todo, la soberbia actuación de Bette Davis en su tradicional papel de mujer manipuladora y caprichosa que sabía describir con una sutileza de matices portentosa, así como también es digno de subrayarse el trabajo del resto del reparto (la oscarizada -al igual que Davis- Fay Bainter, el habitual "partenaire" de la diva, George Brent, o el hierático Henry Fonda cuyo Pres destila un antagonismo muy natural con Julie), si bien la película es recordada por consagrar a Davis como estrella rutilante. Indudablemente sobre el reconocimiento del elenco está la mano de Wyler, por algo el meticuloso y perfeccionista realizador de origen europeo está considerado como gran director de actores.

Con un personaje prototípico que bien podría simbolizar su propia realidad en cuanto a intentar rebelarse contra la autoridad masculina y luchar por su autonomía artística demandando mayor control sobre su trabajo (recordemos el juicio contra la Warner, por ejemplo) Bette Davis entró en el Olimpo del Séptimo Arte, con su aclamada interpretación de la rica y veleidosa sureña sentó las bases para una larga, fructífera y reconocida carrera. Sólo por ella vale la pena acercarse a esta buena película.

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