25/5/08
El Moderno Sherlock Holmes
Sherlock, Jr, Buster Keaton / Roscoe "Fatty"Arbuckle, 1924, EEUU, Buster Keaton, Kathryn McGuire.
Ritmo trepidante, trufada de de trucos de magia que ponen de relieve la dicotomía ficción-realidad (se trata de una película dentro de otra) a través de la que el personaje puede salir de su existencia y alcanzar sus sueños (ser detective y conseguir el amor), está plagada de multitud de "gags" a lo largo de sus 44 minutos de metraje y plantea uno de los eternos debates del cine, presente desde los días de Louis Feuillade: el cine para evadirse o, simplemente, para pasar un buen rato e incluso, para vivir una vida que en la realidad no la puedes vivir es igual de válido (y virtuoso, puesto que esta obra es un prodigio de guión, está magníficamente construida) y constituye uno de los objetivos de él mismo.
Buster Keaton es un proyeccionista de cine acusado injustamente de robar el reloj del padre de su novia al caer en una trampa que le tiende otro pretendiente de aquella y se le prohibe verla más, desesperado va a trabajar y se duerme...en su sueño atraviesa la pantalla del cine (memorable escena cuya influencia llega a Woody Allen en su Rosa Púrpura del Cairo) y se convierte en detective presto a resolver un caso. Espectaculares las escenas en las que aterriza en su nueva "vida" (montañas nevadas, mares enfurecidos) y comienza para el espectador una serie de "gags" ininterrumpida hasta el final al más puro estilo Keaton que llegó a romperse el cuello cuando rodó uno de ellos, cosa que no supo hasta años después.
Aclamada por la crítica es de las 2 o 3 mejores películas de Keaton y contiene influencias surrealistas reconocidas hasta por Buñuel. Técnicamente innovadora hay que considerarla como una de las mejores excusas para acercarse al cine mudo. Keaton parece decirnos mediante la risa que es posible convertir nuestros deseos y sueños en realidad.
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