Logan's Run, Michael Anderson, EEUU, 1976, Michael York, Jenny Agutten, Richard Jordan.
Película de enorme impacto comercial en su momento, refrendado con la consecución de un Oscar Especial a sus efectos visuales y media docena de galardones, de por medio el de mejor película, en la ceremonia de los prestigiosos premios Saturn, que se conceden en el campo de la ciencia-ficción, esta adaptación libre de la novela co-escrita por William F. Nolan y George Clayton Johnson (dos de los animadores de la escena en este ámbito del siglo XX), alcanza hoy en día condición de película de culto. Aunque la propuesta no pasa de ser un ejercicio "retro-nostálgico" aceptable, que se desarrolla de manera esquemática sin profundizar en las interesantes cuestiones que plantea el material original, su posible relevancia se encuentra en la primera parte del relato en la que se presenta y describe la sociedad distópica en la que habitan los personajes haciendo gala de un correcto diseño de producción (las localizaciones en un futurista centro comercial de Dallas son un acierto). A partir de la segunda mitad del filme, la historia flaquea, se alarga en exceso y se torna anodina aún a pesar del influjo que sobre este tramo parecen ejercer El Planeta de Los Simios y , en menor medida y por aquello de la empecinada persecución, Almas de Metal.
Situada en un escenario futuro y post-apocalíptico, la película toma ciertas premisas argumentales del libro homónimo para apenas hilvanar un arco argumental que prima la acción y los efectos especiales sobre la trascendencia de los asuntos tratados en aquel, como ya se ha apuntado. Esta decisión deriva en la elaboración de una anti-utopía superficial en la que los temas presentes en la novela, alguno de los cuales mantienen su vigencia en nuestros días, se difuminan hasta desaparecer. Por ello, el relato se resiente y tras un inicio admisible, que podríamos acotar hasta el encargo en forma de misión secreta que recibe el protagonista, va decayendo mientras se exhiben unos efectos especiales muy envejecidos, complementados con unas maquetas plenamente identificables y unas escenas de acción de no muy afortunada ejecución, coronado todo ello con algún pasaje delirante, propio de la más genuina psicodelia, y un contexto nunca lo suficientemente explicado pese a la duración, cercana a las dos horas, del film. La estereotipia de los personajes cuya evolución queda por trabajar es otro de los efectos que conlleva la querencia por los FX adoptada para resolver la narrativa. Posiblemente la labor en el guión de un tipo como David Zelag Goodman, colaborador de los libretos de Perros de Paja y Adiós, Muñeca, pudiera haber dado más de sí, en cualquier caso La Fuga de Logan deja de lado la temática del miedo apocalíptico al exceso tecnológico, una cuestión capital en muchas y notables obras de la ciencia-ficción, para limitarse a la acción y la aventura localizadas en un tiempo futuro. Así que, mientras la más que atractiva Jenny Agutten luce palmito, la distopía avanza hacia una fallida conclusión que no hace sino ahondar en los defectos contenidos a lo largo de su desarrollo.
Y aun así, la película, que se apoya en una adecuada partitura de Jerry Goldsmith, uno de los compositores más creativos de los años setenta, junto con una eficaz fotografía firmada por el veterano Ernest Laszlo, además de en un más que notable diseño de interiores, despliega un aire Pop que hace recordable su resultado final y, quizá y por esto se produjo su éxito de público en la época de su estreno, puede llegar a conectar con la juventud por plantear una historia de inconformismo ante las reglas establecidas mezclado con un fuerte- en determinado momento del relato- componente romántico aderezado con un puntito de picante. Si su carrera comercial no acaba de ser explicada, los aparentes simbolismos que extiende en algunos instantes (bandera americana, estatua de Lincoln, retrato de Nixon) parecen enfocados a ella ya que desde, practicamente el principio, la narración se decanta por la ligereza escapista. En fin, tal fue el impacto de la obra que además de producirse una corta serie de TV a su rebufo, sirvió de pretexto a uno de los escritores de la novela (Nolan) para lanzarse a la publicación de una saga, algo a lo que también parece dispuesto a apuntarse su compañero, Johnson, cuya próxima, y parece que de inminente publicación, obra redunda en el universo de Logan. De todas formas, poco después del estreno de esta película, el espacio de la ciencia-ficción quedó redefinido o ampliado por la irrupción de La Guerra de Las Galaxias, pero esa ya es otra historia.
Otra distopía comentada en este blog:
http://imprescinedible.blogspot.com.es/2010/11/la-vida-futura.html
Las imágenes y/o vídeos se han encontrado en la red tras búsqueda con Google y se utilizan simplemente con fines de ilustración. Los derechos están reservados por sus creadores.
Situada en un escenario futuro y post-apocalíptico, la película toma ciertas premisas argumentales del libro homónimo para apenas hilvanar un arco argumental que prima la acción y los efectos especiales sobre la trascendencia de los asuntos tratados en aquel, como ya se ha apuntado. Esta decisión deriva en la elaboración de una anti-utopía superficial en la que los temas presentes en la novela, alguno de los cuales mantienen su vigencia en nuestros días, se difuminan hasta desaparecer. Por ello, el relato se resiente y tras un inicio admisible, que podríamos acotar hasta el encargo en forma de misión secreta que recibe el protagonista, va decayendo mientras se exhiben unos efectos especiales muy envejecidos, complementados con unas maquetas plenamente identificables y unas escenas de acción de no muy afortunada ejecución, coronado todo ello con algún pasaje delirante, propio de la más genuina psicodelia, y un contexto nunca lo suficientemente explicado pese a la duración, cercana a las dos horas, del film. La estereotipia de los personajes cuya evolución queda por trabajar es otro de los efectos que conlleva la querencia por los FX adoptada para resolver la narrativa. Posiblemente la labor en el guión de un tipo como David Zelag Goodman, colaborador de los libretos de Perros de Paja y Adiós, Muñeca, pudiera haber dado más de sí, en cualquier caso La Fuga de Logan deja de lado la temática del miedo apocalíptico al exceso tecnológico, una cuestión capital en muchas y notables obras de la ciencia-ficción, para limitarse a la acción y la aventura localizadas en un tiempo futuro. Así que, mientras la más que atractiva Jenny Agutten luce palmito, la distopía avanza hacia una fallida conclusión que no hace sino ahondar en los defectos contenidos a lo largo de su desarrollo.
Y aun así, la película, que se apoya en una adecuada partitura de Jerry Goldsmith, uno de los compositores más creativos de los años setenta, junto con una eficaz fotografía firmada por el veterano Ernest Laszlo, además de en un más que notable diseño de interiores, despliega un aire Pop que hace recordable su resultado final y, quizá y por esto se produjo su éxito de público en la época de su estreno, puede llegar a conectar con la juventud por plantear una historia de inconformismo ante las reglas establecidas mezclado con un fuerte- en determinado momento del relato- componente romántico aderezado con un puntito de picante. Si su carrera comercial no acaba de ser explicada, los aparentes simbolismos que extiende en algunos instantes (bandera americana, estatua de Lincoln, retrato de Nixon) parecen enfocados a ella ya que desde, practicamente el principio, la narración se decanta por la ligereza escapista. En fin, tal fue el impacto de la obra que además de producirse una corta serie de TV a su rebufo, sirvió de pretexto a uno de los escritores de la novela (Nolan) para lanzarse a la publicación de una saga, algo a lo que también parece dispuesto a apuntarse su compañero, Johnson, cuya próxima, y parece que de inminente publicación, obra redunda en el universo de Logan. De todas formas, poco después del estreno de esta película, el espacio de la ciencia-ficción quedó redefinido o ampliado por la irrupción de La Guerra de Las Galaxias, pero esa ya es otra historia.
Otra distopía comentada en este blog:
http://imprescinedible.blogspot.com.es/2010/11/la-vida-futura.html
Las imágenes y/o vídeos se han encontrado en la red tras búsqueda con Google y se utilizan simplemente con fines de ilustración. Los derechos están reservados por sus creadores.
Curiosa elección para tu post, ciertamente. Pero, en cualquier caso, coincido contigo en el limitado interés que tiene este título de Michael Anderson. Para mí, continúa siendo un misterio cómo a este mediocre realizador le encomendaron a través de los años trabajos de gran envergadura tanto presupuestaria como de "contenido" que él con su oficio pero sin ningún talento se encargaba de sabotear limándolos en sus posibilidades hasta dejarlos romos y sin asideros. Estoy pensando -por ejemplo- en "LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS", "MISTERIO EN EL BARCO PERDIDO", "LAS SANDALIAS DEL PESCADOR"...
ResponderEliminarEn cuanto a "LA FUGA DE LOGAN", me parece una cinta de ciencia-ficción con mensaje-advertencia incorporado, personajes esquemáticos y clara deudora de otras películas adscritas al género, como la memorable "EL PLANETA DE LOS SIMIOS". Con unos decorados de epatante concepción (ridículamente envejecidos si la película se ve ahora), pero, como ya apuntaba antes, sin auténtica imaginación en su puesta en escena, la cinta -siendo poco exigentes, sólo entretenida- no consigue remontar la más anodina medianía narrativa.
Yo hubiera preferido dedicar este espacio a... no sé... a "PLANETA PROHIBIDO".
Un saludo.
Como siempre tu aportación es bien recibida en este blog, Teo. Poco cabe añadir a lo expuesto en la reseña (y en tu comentario) sobre esta película pasable en su primera parte y a la que se le dedica un espacio en esta bitácora por el interés que tienen los autores de la misma en conocer y reflexionar, de manera somera, si se quiere, sobre films que han gozado (o disfrutan) de cierto predicamento, sea desde la historiografía cinematográfica, sea por contar con un grupo de irreductibles seguidores, sea por el impacto causado a cualquier nivel (técnico, narrativo e,incluso, comercial) o, del modo en que se hace en otros blogs, como sencillo ejercicio nostálgico o evocador de ciertos períodos evolutivos/madurativos íntimos (dicho sea de paso, este no es el caso), o ¿y por qué no? la elección de la película comentada puede derivar de la llana apetencia personal, pudiendo conllevar, en cualquiera de estos casos, una crítica no positiva del resultado final sobre el que se escribe. Tiempo habrá para considerar el clásico de la época dorada de la ciencia-ficción que citas así como otros muchos, algunos de los cuales son más cercanos al tiempo de producción de la película analizada en esta reseña, como "Cuando el Destino nos alcance", "Naves Misteriosas" o la propia "Almas de Metal". Espero y deseo que podamos discurrir sobre ellas juntos. De momento, y para abrir boca, en la etiqueta denominada Sci-Fi de este blog se puede encontrar "El Increíble Hombre Menguante", un clásico absoluto del período al que haces referencia con ese título emblemático que nombras, así como otro ejemplo "menor" (Invasores de Marte) y un ejercicio interesante que se desenvuelve entre el Terror y la ciencia-ficción ("El Pueblo de los Malditos"). Todos ellos ejemplos pertenecientes a esa edad dorada del género que también concibió propuestas atractivas en los años setenta, como las mentadas antes. Dicho sea esto en aras de situar, de manera más conveniente que con la película que citas, esta "Fuga de Logan" y su posible intrascendencia. Saludos.
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