25/2/12

Cowboy de Medianoche



Midnight Cowboy, John Schlesinger, 1969, EEUU, Dustin Hoffman, John Voight, Sylvia Miles.

El debut en Hollywood del realizador británico John Schlesinger no pudo ser más notorio tanto por el éxito comercial conseguido como por el reconocimiento crítico recibido, no ya sólo en el momento de su estreno, sino también a lo largo de los años siguientes, circunstancia que mantiene a esta Cowboy de Medianoche como "nuevo clásico" del cine norteamericano. Es obvio que la carrera comercial del filme a finales de los sesenta y principios de la década siguiente puso de relieve la madurez de la mayoría del público estadounidense a la hora de enfrentarse con temas prohibidos hasta aquella época como los tratados en la película, temática que ya es anticipada en el título de la historia cuya traducción literal hace referencia a los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros varones a cambio de dinero. Poner sobre el tapete la prostitución y, también, abordar con mayor o menor descaro la homosexualidad, significó que la película fuera calificada con una X por la MPAA, asociación que acababa de estrenar su nuevo sistema de clasificación de filmes por edades, algo que podríamos definir como los coletazos o la moderna extensión del Código Hays. Precisamente, la película de Schlesinger abrió un debate entre la crítica y la industria cinematográfica norteamericana sobre la idoneidad de los parámetros que definían este tipo de catalogación y en el momento de su re-estreno en 1971, su calificación fue revisada quedando designada como película R. Por otra parte, no hay que confundir una cinta X con una obra pornográfica, algo que suele (y solía) ocurrir con frecuencia y que ha provocado sucesivas revisiones del orden de calificación de la MPAA; además, el abordaje de temáticas adultas de manera explícita en obras como La Naranja Mecánica o El Último Tango en París o, más recientemente, en films producidos a finales de la década de los 80-principios de los 90, o simplemente, el paso del tiempo y la evolución misma de la sociedad, desembocó en la desaparición oficial de la X en el sistema de la MPAA en 1990. A Cowboy de Medianoche le cabe el honor de ser la única película X que ha ganado algún Oscar, en concreto tres: Mejor PelículaMejor Director y Mejor Guión Adaptado (para el prestigioso "blacklisted", Waldo Salt); además de obtener otras cuatro candidaturas -MontajeActriz de Reparto (Sylvia Miles, en una de las actuaciones más breves de la historia en ser consideradas para obtener alguna estatuilla) y dos para sus actores principales- y de triunfar también en los BAFTA y competir en Berlín...todo un aluvión de reconocimientos que no hacen sino confirmar el mencionado estatus del que disfruta el filme como clásico del "nuevo" cine norteamericano.

El proceso de maduración de un ser aislado que refleja la "otra" realidad social americana es desplegado con recursos técnicos a los que Schlesinger dota de funcionalidad emocional y narrativa, alejados en este sentido de, por ejemplo, El Graduado, otra obra icónica de finales de los sesenta del cine estadounidense. De entre estos elementos destaca la labor ejercida por el editor Hugh A.Robertson cuyo montaje incluye unos perturbadores flashbacks así como también es destacable la decisión de rodar en la propia ciudad de Nueva York ya que los exteriores otorgan a la narración un realismo sórdido que hace avanzar el relato mostrando la "suciedad" de la urbe. La captura del ambiente nocturno dominado por una deshumanización aplastante (las referencias a los media están presentes de manera continua) y habitado por seres anónimos de ambigüedad, cuando no pobreza, moral, es uno de los grandes valores de esta cuidada producción. La impersonalidad de la gran ciudad que acoge a personajes perdedores, tristes y desesperados se retrata en un filme que deja un poso deprimente y arroja una visión realista sobre la otra cara del sueño americano.



Es de obligada referencia, cuando se habla de Cowboy de Medianoche, aludir a la banda sonora puesto que este filme es pionero en la inserción dentro de la unidad dramática que siempre representa una obra cinematográfica, de canciones ya existentes con anterioridad a la película, es decir, piezas que no siguen la línea dramática del relato y que cuentan con letra y ritmo propios. La intrusión del Pop en el cine causó gran controversia entre los compositores clásicos y permitió la irrupción de gente como Quincy Jones y Lalo Schifrin y, si su origen se puede situar en films documentales como The Monterey Pop Festival de D.A.Pennebaker en el que se incluían las actuaciones en ese festival de, entre otros, Jimi Hendrix y Otis Redding, o el éxito comercial de la crónica filmada de Woodstock, sin olvidar experimentos como el que Godard acometió (One Plus One) en el que se intercalan lecturas de textos reivindicativos con la música de The Rolling Stones y su Sympathy for The Devil, su epílogo o, mejor, continuación lo podemos rastrear en productos como 9 Songs de Winterbottom. En cualquier caso, la aceptación por el público fue positiva y la canción principalmente utilizada (Everybody's Talkin' de Nilsson) se convirtió en un éxito de manera fulgurante y hoy es uno de los "oldies" más reconocidos. Es más, tal fue la buena acogida de los espectadores hacia la inclusión de canciones externas a las películas que aquella innovación se ha convertido en la actualidad en una (potencial) característica más de una producción cinematográfica, profundamente consolidada a través de todos estos años y que directores contemporáneos tan reputados como Tarantino no dudan en ponerla en solfa.



En definitiva, estamos ante una película que es más que las destacadas interpretaciones, siempre puestas de relieve cuando se trata de ella, aunque es justo reconocer que John Voight está "estratosférico" en el papel que lo catapultó a la fama y Dustin Hoffman confirmó con su "raterillo de ciudad" su capacidad para diversificar roles. Ello no es óbice para dejar de mencionar otros méritos que despliega el filme de Schlesinger, una propuesta muy cuidada en el uso de los elementos cinematográficos (color, banda sonora, montaje, etcétera) sin caer en fuegos de artificio y que, con justicia, está reconocida como una de las películas más representativas del cine norteamericano de la época que ya se atrevía a plasmar temas controvertidos para la sociedad de aquel país como los expuestos aquí y que dan cuenta del aislamiento y la soledad sufridos en la mugrienta gran urbe por sus anónimos habitantes.

Las imágenes se han encontrado en la red tras búsqueda con Google y se utilizan simplemente con fines de ilustración. Los derechos están reservados por sus creadores.

2 comentarios:

  1. De acuerdo en que "MIDNIGHT COWBOY" con el paso de los años se ha convertido en un referente ineludible a la hora de definir ese nuevo cine americano que surgió en la segunda mitad de la década de los sesenta, con una clara influencia de algunas corrientes europeas del momento, especialmente del cine francés (creo que nadie ha calculado cuánto daño hizo al cine mundial ese pretencioso y esteticista bodrio llamado "UN HOMBRE Y UNA MUJER"). En fin, que como habrás podido suponer la película de Schlesinger no es de mis favoritas ni le concedo muchas de las virtudes que se le atribuyen casi por unanimidad.
    La considero un efectista más que efectivo drama, desarrollado en un Nueva York especial­mente inhóspito, con una resultona dirección de actores y los ingredientes más obvios, habilidosamente utilizados. Pero en su puesta en escena, jalonada de enfáticos "modernismos", se echa a faltar el rigor y la profundidad del verdade­ro talento.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, está claro que esta película no la podemos catalogar de obra maestra pero sí presenta ciertas cualidades que la sitúan por encima de otros filmes mucho más pretenciosos del nuevo cine americano ,como la citada El Graduado, y sus "efectos pirotécnicos" quedan, en la mayoría de las ocasiones, al servicio de un relato que sin ser profundo sí consigue plasmar ciertos valores de la contracultura y permite acercarse a "la otra" realidad social aunque sea de soslayo.Un Saludo, nos vemos en los blogs.

    ResponderEliminar