8/8/08

El Abrazo de la Muerte



Criss CrossRobert Siodmak, EEUU, 1948, Burt LancasterYvonne DeCarloDan Duryea.

Muestra del mejor cine negro, gestada en la década gloriosa del género por Mark Hellinger (productor de títulos tan importantes como La Ciudad DesnudaForajidos o El Último Refugio y que, desgraciadamente, falleció durante el rodaje de esta película) por su empeño en llevar a la gran pantalla el primer libro -de título homónimo- del escritor de revistas "pulp" Don Tracy (escrito en los años 30 y que recibió pésimas críticas, por cierto). Para la adaptación le encomendó, al igual que hiciera en Forajidos, la dirección a Robert Siodmak y el papel principal al gran Burt Lancaster. Es decir, casi con los mismos mimbres, obtuvo otra gran película "noir".

Historia de un amor obsesivo que sitúa a la traición como nexo de unión entre los protagonistas, Criss Cross (título original del filme que delata esa trama en torno al engaño) nos presenta unos personajes marcados por el destino que en forma de fatalidad parece que mueve las vidas del trío que conforma el eje central del film y cuya relación es eliminada por ese mismo hado en un antológico final, quizás de los mejores del séptimo arte.

Con todos los ingredientes del cine negro clásico: una atmósfera recogida en una buena fotografía en blanco y negro de Franz Planer, desarrollada siguiendo juegos de luces y sombras inspirados en el expresionismo, giros en la trama argumental, presencia de "femme fatale", muestra del catálogo de las debilidades humanas y la fatalidad sobrevolando a todo y a todos, la película que comienza con un brillante plano aéreo de Los Angeles que desliza la cámara hacia un aparcamiento en el que vemos a una pareja abrazándose furtivamente, nos cuenta como Steve Thompson regresa a su ciudad tras un tiempo de estar vagando por el país para olvidar su corto matrimonio con la mujer de la que sigue enamorado, sentimiento obsesivo que lo impele a buscarla y descubrir que ella (Anna Dundee) es ahora la esposa de un gángster (Slim, un excelente, como siempre, Dan Duryea) que la maltrata. El destino decide que vuelvan y para que Slim no los descubra, Steve le propone un plan: atracar el furgón blindado de la compañía donde él mismo trabaja (atraco que en el film se nos muestra casi en tiempo real).

La cinta rezuma clasicismo narrativo pues nos expone la historia mediante un largo "flashback" y con una "voz en off" (técnicas habituales dentro del género negro) hasta la magistral y tensa escena del hospital que, ya en tiempo presente, anticipa la última parte del filme que desemboca en ese lógico pero no por ello menos impactante final.

Es destacable el uso dramático que da Siodmak a las escaleras (tanto a las de la casa de Steve como a las de las casas colindantes) y lugares inclinados (la misma barriada donde vive Steve está en una especie de cuesta o el pub donde se conocieron Anna y Steve, que ahora frecuentan Slim y su banda y que es punto de encuentro de todos los personajes a lo largo del metraje, consta de diferentes niveles) consiguiendo que veamos a los protagonistas en un mundo inestable gobernado por fuerzas superiores que los dominan: la inestabilidad propia de las múltiples traiciones y el destino como fuerza definitoria y suprema.

Como curiosidad Tony Curtis debutó en un pequeñísimo papel, de hecho no está acreditado y cuesta localizar su aparición...y Steven Soderbergh realizó en los '90 un "remake", Bajos Fondos. Mención especial merece la curiosa vestimenta que lucen los actores, en especial Lancaster y la aparición de Esy Morales con su orquesta que nos deleita con una increíble rumba.

1 comentario:

  1. Anónimo15/8/08

    Si senyor, Imprescinedible! I felicitats pel blog

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