27/3/16

Deadpool

Trailer e información oficial
Confieso que desconocía las andanzas de este irreverente personaje de la Marvel que comparte las habilidades dialécticas con las que Stan Lee dotó a Spiderman (sin duda, todo un guiño que tuvieron los creadores Rob Liefeld y Fabian Nicieza para con el gurú de la Casa de las Ideas y su una de tantas célebres criaturas) pero con una vis más gamberra y virulenta. Una línea unida a un talante "freak" que en estos tiempos es caballo ganador y más si se amplifica con altas dosis de acción y violencia. Pero es que, además, el personaje en cuestión cuenta con alicientes específicos para convertirse en éxito asegurado, unos atributos que le confieren cierto encanto personal y me refiero a sus continuas referencias a la cultura popular y a la frecuente rotura que practica de la cuarta pared. Si esto se complementa con alusiones a usos y costumbres de la posmodernidad (observen los nombres de personalidades que aparecen en la tabla de apuestas, por ejemplo, o al empleo del móvil por una de las acompañantes del protagonista en cierto momento culminante de la acción), constatamos que Deadpool supone una bocanada de aire fresco en el mundo de los superhéroes al que Hollywood viene recurriendo desde unos años a esta parte con tal asiduidad que podemos constatar ya como subgénero.


La Cuarta Pared y su fractura
Eso sí, no podemos decir que estemos ante la figura de un héroe ya que su conducta cruel y amoral, gratuita muchas veces si se quiere, merece que nos planteemos un distanciamiento para con sus actos. Una manera de entender el personaje que no creo que lo haga apto para todos los públicos y menos aún si atendemos la exagerada violencia gráfica o las escenas de alto contenido sexual que se exhiben a lo largo del metraje. Resulta sorprendente comprobar como la sala a la que asistí estaba abarrotada de un público mayormente adolescente cautivado por una nueva operación de marketing de la industria que provoca situaciones como la del niño sentado a mi lado que demandaba de su acompañante adulta información sobre la cocaína o la "postura del perrito". Supongo que con algo más de madurez y habiendo vivido algunas experiencias más este Deadpool se comprende y se saborea mejor. En esto me reafirmo pese a reconocer que la complicidad con el adolescente surge de esas bromas que explotan el "pedo-caca-pis + paja" y aquí habría que reflexionar sobre la deshumanización que supone la alta exposición a la más extrema violencia a la que estamos sometidos con habitualidad en nuestra sociedad puesto que si ese esquema de "pedo-caca" supone un estadio de la trayectoria vital, generalmente inocente, la sarta de miembros amputados, puñetazos y tiros en las pantallas debería ser harina de otro costal (y digo debería porque en nuestros días parece tan normal como el ir a clase). Hechas estas apreciaciones sobre la trivial y frívola manera actual de exhibir actos violentos en las películas como si fueran mecánicos y rutinarios (y en esto Deadpool no es una excepción, antes al contrario, es exagerada confirmación), sólo queda decir que la película entretiene, fundamentalmente por ese personaje central marcado por su desfachatez, aunque desarrolle un hilo argumental nada novedoso con sus habituales clichés y  momentos de mamporros, acción y efectos especiales por ordenador (eso sí, estupendamente ejecutados), pero como digo la idiosincrasia del personaje interpretado por un divertido Ryan Reynolds supone un soplo de aire fresco y hace del conjunto un tebeo distraído y recomendable, aunque no por aparecer un tipo con mallas, apto para todos los públicos.


Deadpool persigue de un modo poco convencional a su enemigo. Las apariencias engañan, no es un método inocente.
Este carisma que posee el personaje no se refrenda en los hábitos de los espectadores a pesar de la escena final (que, por cierto, presenciamos cinco personas) a tenor de la cantidad de vasos de plástico que una vez consumidos los refrescos y palomitas que habían contenido fueron abandonados y desperdigados a lo largo y ancho de la sala con un desdén absoluto por ese objeto de nombre papelera que pudiera servir para depositar los restos de los ágapes que la audiencia contemporánea nunca pasa por alto cuando presencia una película. En fin, un epitafio de la película que uno se pregunta si no resulta un guiño más que demuestra lo ingenioso de la propuesta.

Las imágenes encontradas con Google se utilizan con fines de ilustración y sus derechos están reservados por sus creadores.

2 comentarios:

  1. Pues muchas gracias por la reseña, Ca. Tenía cierta curiosidad por esa película que pensaba seguía la estela de la fallida Hancock presentando más un superdotado que un superhéroe, a priori personaje muy interesante, pero deduzco que el conjunto difiere si acaso en el uso de más violencia espectacular y ya empiezo a estar cansado de tanto ruido y tan pocas nueces.
    Un abrazo.

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    1. En ese sentido (el de los juegos pirotécnicos y la acción desmesurada) esta propuesta es lo de siempre, es el perfil del personaje central el matiz que aporta originalidad y frescura y lo que acaba haciendo de este "blockbuster" algo si no ya un pelín diferente, al menos sí entretenido. Ahora, si uno pretende huir de aquello que la "industria" nos está vendiendo desde hace un tiempo ya,no creo que esta película sea opción para pasarse por un cine. Un saludo y me alegro de verte por aquí.

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