18/4/11
Arizona
Destry rides again, George Marshall, 1939, EEUU, James Stewart, Marlene Dietrich, Brian Donlevy.
Western en clave de comedia rodado a rebufo del impacto de La Diligencia y que destaca por la sátira de los estereotipos del género y la inversión de los roles masculino/femenino hasta el punto que en la resolución de su trama las mujeres desempeñan un papel activo y fundamental, contando, además, con otro momento álgido en este sentido (una pelea entre mujeres). La participación activa de las féminas puede que se explique por la colaboración en el guión de Gertrude Purcell pero en cualquier caso es un elemento poco frecuente -especialmente- en el género y mucho menos suele ser habitual observarla de manera tan explícita como aquí.
El carácter atípico del filme se refuerza con el protagonismo de un héroe que se manifiesta a lo largo de la narración en contra del uso de las armas y con temperamento dialogante y tranquilo. Sin embargo, la previsible transformación que sufre el personaje para resolver el conflicto planteado resulta atropellada y queda poco explicada, derrumbándose así, en la conclusión del filme, todo el valor de la identidad construida a lo largo del relato. No obstante, el original planteamiento es un valor añadido de esta película y un elemento a destacar así como también lo es la reunión de dos mitos de la interpretación del cine de Hollywood: una Marlene Dietrich en horas bajas y un James Stewart en plena consagración.
La película cosechó gran éxito tanto de público como de crítica relanzando la carrera de la actriz de origen alemán que está correcta en un papel que recuerda al de su eclosión (la Lola-Lola de El Ángel Azul) a principios de década y que le sirve para cantar una de sus famosas canciones: See what the boys in the back room will have. Precisamente y como ya se ha dicho su participación y la del mismo Stewart es otro de los puntos a favor para acercarse a este Western diferente dirigido con funcionalidad clásica por uno de esos directores desconocidos pero de larga trayectoria desde el alborear del cine, George Marshall, quien se especializó en Westerns y comedias y retomó la misma historia años más tarde (Destry,1954). Un argumento que adapta una novela del prolífico Max Brand que poco o nada tiene que ver con ella y que ya fue llevada al cine con anterioridad en 1932 en un film protagonizado por el primer vaquero de Hollywood, Tom Mix.
El debut de Stewart en un género en el que y del que sería un icono pasa por ser un divertimento sencillo, una suerte de farsa del género que merece ser vista como curiosidad al tratarse de un Western inusual que también sirvió de estreno para la Dietrich en el cine de vaqueros y que logra entretener sin más, pasando a la historia en segundo plano y más si se tiene en consideración el año de su realización, añada tildada por muchos como la mejor para el cine "Hollywoodense" pues en ella se estrenaron clásicos del cine americano tales como El Mago de Oz, Lo Que El viento Se Llevó, Caballero Sin Espada o La Diligencia, las cuales más allá de su calidad significaron hitos en diversos aspectos y provocaron un indudable impacto en uno u otro sentido.
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